En la cría de pavos, la iluminación es más que simple luminosidad. Es un factor fundamental que determina el comportamiento y la productividad de los pavos de engorde y de cría. La luz tiene varias finalidades:
Al profundizar en la iluminación de los galpones para pavos, destacan varios principios. Explorémoslos juntos.
La uniforme distribución de la luz garantiza que cada pavo, independientemente de su ubicación en el galpón, reciba luz suficiente y estímulos similares. También es vital la iluminación no parpadeante para evitar un estrés indebido en las aves.
El espectro luminoso y la intensidad de la luz son igualmente cruciales. Por ejemplo, las crías deben estar expuestas a una intensidad de 80-100 lux durante sus 2 días iniciales. Naturalmente, el propósito específico del galpón de pavos también determina sus necesidades de iluminación:
Para los pavos de engorde, la importancia de la iluminación va más allá de la mera visibilidad. Los pavos de engorde se benefician de un espectro de luz de 5000K, que emite una luz blanca fría. Esta estimula activamente el crecimiento, garantizando que las aves estén sanas y listas para el mercado. Después de los 2 primeros días, la intensidad debe ajustarse a las necesidades de la ave.
Además, una buena iluminación mejora las condiciones ambientales, reduciendo el estrés y afectando positivamente al comportamiento general del pavo.
Además, la luz desempeña un papel fundamental en el impulso de la maduración sexual. Mediante la fotoestimulación y la producción de hormonas, esta facilita el proceso reproductivo. Dada la sensibilidad estacional de los pavos, un aumento gradual de la duración del día puede imitar la estación natural de apareamiento, impulsando la producción de huevos y de semen. Sin embargo, es crucial evitar la reducción de luz diurna o intensidad de la luz, ya que puede dificultar o incluso detener la producción, provocando fotorefractariedad.
Para una producción óptima de huevos de pavo en la puesta fértil, se recomienda mantener una especificada cantidad mínima de lux y atenuar las luces por encima de los nidos. La iluminación atenuada anima a las ponedoras hacia lugares de puesta más oscuros, minimizando eficazmente los huevos de suelo. Las condiciones precisas para la producción máxima de huevos pueden diferir y suelen indicarse en las guías de gestión.
En resumen, la iluminación no es un mero accesorio en la cría de pavos: es indispensable. Los pavos de engorde se benefician de la luz blanca fría del espectro de 5000 K, que favorece su crecimiento. En cambio, los pavos reproductores tienen éxito reproductivo con la luz blanca cálida del espectro de 3000 K. Si comprendemos la sensibilidad estacional de los pavos y emulamos las variaciones naturales de la duración del día, podemos aprovechar el potencial de la luz para garantizar un galpón de pavos próspero y productivo.